Subscribe Twitter FaceBook

jueves, 30 de septiembre de 2010

CUANDO LA IGNORANCIA COALICIONA

Uno de los puntos donde la mayoría de los economistas de las vertientes capitalistas y socialistas coinciden es en la importancia de la inversión educativa como estrategia a largo plazo, estrategia que garantizaría al lado de políticas de desarrollo tecnológico y científico la prosperidad de los estados que adopten tales medidas.

México parece deseoso de desafiar tales tratados, en los últimos años ha seguido lineamientos que han debilitado paulatinamente la de por si ineficiente estructura educativa, sobretodo en lo que a educación superior se refiere, dando prioridad al desarrollo de las propuestas privadas, y donde las grandes beneficiadas parecen ser las universidades particulares que al día de hoy son las principales proveedoras de funcionarios del gobierno federal.

El abandono de las universidades públicas ha brindado a los gobiernos estatales la oportunidad de manejar la oferta educativa de estas de la manera más conveniente a los intereses particulares de los grupos que integran dicha administración, siendo casos como el de la Universidad de Guadalajara donde se escamotean los recursos como prenda a intercambiar por la subordinación incondicional. Esta batalla a la distancia pareciera ser un desencuentro de visiones ideológicas cuando en realidad estamos ante dos grupos encumbrados, uno en la elite política conservadora y el otro en la burguesía educativa del interior del país.

Lo que ocurre con la Universidad Juárez en Durango es un caso similar, dirigida por un grupo conservador que se ha encargado de encaminar las actividades docentes hacia un vórtice decadente, donde el pensamiento libre ha sido sustituido por la rígida concepción de la simple administración, convirtiendo a la casa de estudios en una empresa privada, similar a sus múltiples contrapartes privadas. Estas personas parecen no entender que la educación pública no se diferencia de la privada por la ausencia de colegiaturas, sino por privilegiar el libre pensamiento, el pensamiento natural como piedra angular de la enseñanza, así como al liberalismo como parte primordial del pensamiento social. Estas personas parecen haber concebido a la institución solamente como una posición política a defender, dando primordial importancia a la posición que les otorga como si se tratase de un titulo nobiliario y no un honor que demanda una actuación progresista.

Algunos grupos de la UJED, los que controlan el coto político que el estudiantado representa, demandan airadamente que se les reconozca el derecho de influir con su voto en la designación del rector, tomando en cuenta para ello su nivel de ingerencia y sobretodo la afectación que tiene sobre ellos tal elección. No pueden tener mas razón, les corresponde asumir una parte importante de la responsabilidad de dirección de la educación superior, aunque para ello deben también hacer sacrificios como todos. Antes que nada deben darse cuenta de que el enorme escepticismo de su papel proviene de la manera en que controlan a los grupos que los siguen: en primer término prácticamente no desarrollan ninguna conciencia ideológica, sino que usan los principios del amor por su institución para exaltar a sus cercanos, ¿Por qué están ellos ahí en primer lugar? Simple, porque controlan una cantidad inmensa de descuentos en inscripciones y prerrogativas de las que no rinden cuentas a nadie, y a las que deben renunciar para garantizar que no sean usadas para coartar la libertad de organización estudiantil sumida al chantaje de apoyo en forma manada para ser comprados con un vale por una rebaja en su cuota de inscripción. Si somos justos debemos decir que los únicos que merecen tales apoyos son los estudiantes de excelencia, que las sociedades estudiantiles dejen de manejarlos para que sean entregados mediante reglas claras y verificables a quienes realmente los merezcan y los necesiten.

La pelea callejera (no me refiero a los golpes en el Congreso Local sino al pobre discurso de ambas partes) no deja otra cosa demostrada sino que el único interés es el control de lo que la Universidad Juárez puede escurrir a manera de capital político y económico. Son pocos los que parecieran estar interesados en rescatarla, en darle un sentido naturalista y expulsar el conservadurismo a ultranza derecha que hoy se respira en cada cátedra impartida, en cada letra y en cada generación, egresados a quienes pareciera no quedarles mas opción que emigrar en busca de oportunidades o de mendigar una posición en la estéril burocracia del estado.

1 comentarios:

Unknown dijo...

SI ENTIENDO QUE SOMOS BORREGUITOS SIGUIENDO DOS CERVEZAS EN CADA ELECCION ESTUDIANTIL, TAMBIEN SE QUE NUESTRA IGNORANCIA LO PROVOCA, TIENES RAZON VIVIMOS SUMISOS Y TEMEROSOS, PERO COMO HACER SENTIR QUE TODOS AQUELLOS QUE TOMAN LAS VALIENTES DECICIONES TU LOS CATAPULTASTE??? COMO DARSE CUENTA QUE DOS FIESTAS O 100 DE DESCUENTO NO TE DEFENDERAN DE UN TRABAJO MEDIOCRE??? COMO ENTRAR EN ESAS PERSONAS QUE TRISTEMENTE SERAN NUESTROS ABOGADOS, MUSICOS, VETERINARIOS, MEDICOS ETC ETC BUENO GENIAL EL BLOG