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martes, 29 de diciembre de 2009

Por una sociedad mas justa.

La modificación del Código Civil en la capital del país representa una aclaración total sobre igualdad de genero que se ve permanentemente mermada por una incongruencia jurídica; se considera a los sujetos limitados a la suscripción de contratos para realizar una comunidad de vida, como si tal situación pudiera evaluarse solo desde la perspectiva sexual de la procreación natural cuando el marco legal sostiene la posibilidad de mecanismos mediante los cuales se adquieren obligaciones contractuales sobre un menor (la adopción solo como un ejemplo), que para fines prácticos de la ley es básicamente lo mismo.

El cardenal Norberto Rivera en un semi-análisis bastante visceral sostiene que el el marco normativo aprobado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal en la República Mexicana es un atentado directo contra una serie de valores que son patrimonio de la humanidad, y tiene razón, este conjunto de elementos sociales morales promovidos por la iglesia son rechazados de tajo por una concepción de familia que va mas allá de la simple idea de una mamá y un papá como eje nuclear de la sociedad, y esa probablemente haya sido la intención original de la Asamblea, el reconocimiento pleno de que las estructuras familiares se componen de formas diversas y que es debido darles certeza jurídica en un proceso general de adaptación a estas nuevas maneras de construir la vida.

En cuanto a la posibilidad de la adopción por parejas del mismo sexo tendría que llevarse a cabo un simple raciocinio, si existen familias de madres solteras y de padres en la misma situación que son totalmente capaces de criar a una familia, de convertir a sus hijos en personas sanas de pensamiento y cuerpo, ergo pueden hacerlo dos hombres o mujeres unidos en un acto jurídico de adhesión donde las leyes protegen a los menores bajo su cuidado y que les dan garantías sociales para enfrentar juntos los retos planteados por la vida.

Debemos entender además la situación particular de otros grupos sociales, de ancianos que se unen bajo el amparo de esta Ley para compartir sus prerrogativas tales como el acceso a la seguridad social, al derecho de herencia; de jóvenes (sacerdotes por ejemplo) que sin intereses románticos, no de pareja al menos, se unen para construir juntos un patrimonio o acceder al crédito inmobiliario, social o productivo reservado solo a quienes han celebrado contratos de adhesión social que los unen para compartir responsabilidades familiares.

“Ni los perros se aparean”, una ejemplificación obtusa de un dogma obtuso; la humanidad como conjunto racional debe derrumbar todos los valores morales que no se ajustan a la realidad histórica, a los deseos propios de las personas que buscan encontrarse a si mismos, a compartir alegrías y desdichas, encontrar apoyo en los momentos duros y a darlo cuando el semejante padece, y sobre las ruinas de este derrumbe se deben construir los nuevos, ramificaciones sociales del pensamiento donde de antemano se celebren las formas familiares que sirvan de base para un mejor futuro.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Sin traicionar a la Nación

Al día que el país parece una salón de juegos donde los maestros de los espantajos hilos se dan vuelo con ignorantes títeres uniformados (no por convicción sino que la ropas desgastadas han perdido individualidad hace tanto tiempo), lanzan los políticos y sus amos los acostumbrados llamados a la acción popular mediante el voto entorno a un objetivo común: la reconstrucción nacional. Podría permitirme decirle a tales maestros que la prosperidad nunca puede provenir de la esclavitud o del abandono, que si las trompetas gregorianas que resuenan en Los Pinos fueran auténticos clamores en pos de una mejor distribución de la riqueza, entonces habrían de antemano encontrado a su antítesis en la propia propuesta presidencial en materia hacendaria, que obviamente tiene carácter provisional en lo que se convoca a una modificación profunda (¿Podrían haber convocado hace 3 años recién llegados al poder?), y por supuesto la izquierda no tiene una propuesta alternativa diferente a una mellada tijera parlamentaria.

La derecha por definición no comprende un desarrollo que no provenga del paulatino fortalecimiento de la clase dominante, para que sea esta quien socialmente escurra su riqueza a los estratos inferiores que en agradecimiento han de proveerle aun mas riqueza. Es esta piedra angular del pensamiento anacrónico que rige los procesos políticos en una nación que parece haber elegido ya abandonar a su suerte a todos los compatriotas en situación de pobreza alimentaria; los dejamos para que tallen cuerpos cadavéricos como las mas terribles imágenes que nos llegan del África subsahariana, suerte nuestra que podemos esconderlos en un recóndito paraje de la sierra a donde rara vez llegan los fotográfos honestos de la prensa libre.

Hoy no podemos localizar un esquema o una idea generalizada sobre los mecanismos que podemos adoptar para que nuestra propia situación se enfrente y se supere en un tiempo determinado, continuamos en una especie de sonambulismo pragmático donde nuestras acciones están guiadas por el oportunismo o la esperanza y en donde perdemos siempre antes de comenzar siquiera a luchar. La solución a nuestros problemas provendrá solamente de la organización popular para fines productivos y de la defensa de nuestros derechos: nunca más podremos esperar que los políticos a quienes les pagamos pero que reconocen como patrones a personas diferentes nos liberen de la opresión económica y cultural, o que planeen al menos la forma de hacerlo.

Cuando estamos a un par de años de que oficialmente el proceso legal de sucesión presidencial comience, debemos plantearnos frente a las múltiples elecciones locales por todo el país una idea presente desde hace décadas en el pensamiento de muchos, votar por el PRI y el PAN es a priori una traición al país.

jueves, 14 de mayo de 2009

El Voto es Nuestro

La emisión del sufragio en los tiempos de la ironía histórica que padecemos parece mas un asunto de fe que de convicción política. Los incesantes llamados a la responsabilidad mediante la acción ciudadana provienen de una Institución con tan poca autoridad hace que la propaganda oficial produzca una sensación de hastío aún mayor que la de PRI, PAN y PRD.

El 2006 salí a las urnas a emitir mi voto por Patricia Mercado, convencido de la distancia entre su perfil político y el de los otros, aquellos emanados de la formación (o gradual corrompimiento) de las amorfas instituciones democráticas que en México fueron malentendidas como partidos políticos, me equivoqué, no en la marca plasmada en la boleta sino en el concepto general del proceso que me llevo a ese punto. Alternativa Socialdemócrata y Campesina fue el ultimo intento sensato de poner en la práctica los conceptos ideológicos basados en la participación social, libre de ataduras pragmáticas y de intereses, su fracaso estuvo relacionado directamente con la paulatina contaminación que provino de los desperdicios del resto de los partidos. En contra parte lo que ocurrió con la Coalición por el Bien de Todos y Andrés Manuel López Obrador fue una combinación de situaciones: la participación ilegal del sector privado y del gobierno federal, la falta de capacidad del IFE y la inestabilidad emocional del propio candidato presidencial que lo orillo a tomar decisiones equivocadas y actuar con soberbia infundada en mas de un acto público. Aunque esta obtusa disertación es inútil pues el análisis completo requiere de la inclusión de un inmenso número de voces y elementos que extenderían innecesariamente este texto.

Las expresiones auténticas que por una u otra razón se perdieron en el 2006 me obligan a considerar la posibilidad que la democracia en México ha sido confundida con un equivocado sistema que tiene por objeto único la administración del poder, ya sea porque la miopía de los encargados de llevarla a la práctica no les permite concebirla de una forma distinta o porque así conviene, y conviene a muchos.

La ofuscada necesidad de participación contrariada por la historia reciente no debe alejarnos de las urnas en el 2009. Un buen número de actores de pensamiento progresista llaman a la anulación masiva de boletas, al uso de los segundos en los que el hombre común se eleva a la par de las esferas del poder, ese momento justo de la emisión del voto para elevar la voz en un clamor general de protesta inutilizando el documento; personalmente el 5 de julio tomaré lugar en la fila de la casilla que me corresponde, tomaré mi boleta y haciendo uso del poder de decisión la destruiré (la llevaría conmigo a casa si no fuera prohibido), porque aún pienso libre y sigo aquí, he decidido que mi voto no va a la ur
na porque es mío y nadie lo merece.