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martes, 2 de febrero de 2010

RAZONES PARA NO CONFIAR

Cuando la oportunidad se prestó la dejaron pasar a propósito. La reforma política que el país necesita y donde debía incluirse el sentir de una sociedad en busca de la representación, no fue presentada de tal forma, por el contrario se pretende restar sensiblemente el poder al Congreso regresando a un sistema presidencialista arcaico (aún lo es pero ya no tanto), donde los designios oficiales tengan el peso que convenga. La reelección que se propone para el congreso y presidencias municipales no se suscribe a las facultades y compromisos demostrados durante el ejercicio del cargo, se da en el marco de los fueros regionales que cada uno pueda desarrollar durante su gestión.

Debemos tomar en cuenta que si bien el acceso a tiempos en medios de comunicación a nivel federal es manejado directamente por el estado, la realidad en las entidades federativas es un tanto diferente. Las semi-reformas como la efectuada en Durango, misma que convirtió el Instituto Electoral del estado en el Instituto Electoral y de Participación ciudadana, y que dentro de su marco determina, sin decirlo de tal forma, que el espacio en la prensa y los tiempos en radio y televisión son directamente proporcionales al gasto en difusión que el gobierno del estado dirija para ello, lo cual es determinante para el nivel de aceptación para los propios miembros del partido gobernante, para alcaldes, miembros del congreso local y federal emanados de instituto político oficial.

De los actuales pre-candidatos a la gubernatura resalta la incapacidad para lograr acuerdos con su propia gente, a menos claro que emane de la disciplina a rajatabla , misma que ya soslayó voluntades entorno al ungido candidato oficial de la cúpula en turno, a cambio claro de las posiciones en el régimen, ya anheladas con premura.

Jorge Herrera Caldera, candidato de unidad del priísmo, es una figura prodiga de este sistema político; es una imagen elaborada a partir de la inversión en los medios de comunicación que el gobierno del estado ha hecho para tal fin. No posee un discurso sólido, una ideología clara o mucho menos una personalidad propia, razona al son que tocan los que llevan las riendas de su campaña, y es precisamente una de las grandes dudas que despierta, no hemos logrado apreciar su capacidad de gobierno debido a que desde su aparición como activo del poder en turno, ha permanecido permanentemente en acciones proselitistas, no ha cumplido con el período completo en ninguno de los cargos para los que ha sido electo o nombrado.

José Aispuro Torres por otro lado, abanderado de una alianza para muchos contra natura, es un político mucho mas cuajado, dueño de un discurso ágil que contrasta fuertemente con el tímido ceceo de Herrera Caldera. Su debilidad provendrá seguramente del descrédito de la ambición, de la que arrastre la unión de partidos antagónicos, enemigos por naturaleza que han cesado los ataques mutuos para estrechar abrazos, faltaba más, el poder es el poder.

De los candidatos a las alcaldías de Lerdo, Durango y Gómez Palacio se puede hablar poco, solo la mención de la disputa entre los senadores González Yañez y Dorador Peréz Gavilán vale la pena, pugna que parece será resuelta por la vía pacífica, y es que ambos, políticos que han sabido navegar en aguas turbias y calmadas, saben que un conflicto ahora pueda restarles posibilidades, a uno de ganar de nuevo y al otro repetir la hazaña, la de quedar apenas por unos cientos de votos detrás del candidato priísta en las votaciones por el Ayuntamiento de la capital, que de darse de nuevo tal situación pudiera tomar ventaja con lo que arrastre por su cuenta el Lic. Aispuro

La participación ciudadana quedará solo en el titulo del instituto que llevará la elección, ambos frentes aprovecharán el terrible desempleo entre los jóvenes para usarlos en inmensos contingentes con el objetivo de recorrer a pie las distritos electorales y ondear las banderolas en los cruceros; los debates y el monitoreo de medios (determinantes para garantizar el tope de gastos) estarán ausentes como en las elecciones del 2007, no habrá presupuesto, lo usarán para otra cosa.

De los dos casos propuestos para la boleta de gobernador del próximo 5 de julio se puede rescatar poco, solo posibilidades abrumadoras; un gobierno priísta de continuidad o un gobierno priísta sin el emblema tricolor. Después de eso queda poco para reflexionar, solo revivir la protesta de las elecciones federales pasadas, una anulación masiva de votos, la pícara fotografía de la boleta con mensajes de repudio, muestra de que la representación popular en el ejercicio público no se puede dejar solo a los políticos, no cuando la sociedad está ávida de participar de forma libre, transparente y honesta.