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viernes, 19 de noviembre de 2010

EL MONTO DEL ATRACO

Si el compromiso del presupuesto aprobado es el desarrollo del país, podríamos pasar de largo detalles que solo planeadores de una profundidad inconmensurable pueden concebir; lo que pareciere un reparto de la riqueza a costa de la miseria y el sufrimiento de los mexicanos es en realidad una actitud de compromiso con el futuro, y que ellos, los nobles legisladores aceptan abnegadamente el repudio generalizado pues se saben en sus adentros cumplidores de su responsabilidad histórica con la patria.

La realidad, salvo que no pudiera ser tan inteligente como los integrantes del congreso, es que los conceptos del presupuesto de egresos estan solamente relacionados con el enriquecimiento de las cupulas del poder y la administración del mismo, despreciando a priori toda conceptualización de responsabilidad con el futuro emanada de los pocos intelectuales rescatables que aún tienen el descaro de gritar lo que muchos pensamos y pocos decimos ¡dejen de saquear al país que nos esta llevando la chingada a todos!

Como si llenarse los bolsillos y garantizar la maquinaria que les permita continuar haciéndolo por mucho tiempo (con esa motivación si pueden planear) no fuera suficiente empuje los grupos políticos ven ya cercano el proceso que renovará el mandato sobre las llaves de la caja mayor. El panismo piensa en el 2012 y toma para sí una tajada preparada para diseñar las estrategias electorales de la jornada electoral y cede al priísmo una cantidad para los mismos fines a ser usada desde los gobiernos estatales que tiene en su poder y desde donde dedicarán todo este capital a construir, con desigualdad y rezago como efecto secundario, su camino de regreso a Los Pinos.

La creciente violencia ha sido la excusa para burdas acciones mediáticas para reivindicar el poder federal y militarizar el país, el cambio de estrategia en la lucha contra la delincuencia la bandera de los opositores; la realidad, que la delincuencia debe combatirse de frente con ahínco, sí, pero también con inteligencia e inversión social, cultural y científica que permita en el mediano plazo formar jóvenes educados con oportunidades mínimas de enfrentar la vida de forma honesta, el rescate del campo para garantizar la seguridad alimentaria y contar universalmente con un sistema social que ayude verdaderamente a los que padecen la miseria económica y cultural, pero también la que proviene de haber caído en los vicios y en las garras de la bestia del miedo que es la delincuencia.

No hay excusa, ser un vendepatrias no significa solamente renunciar a la soberanía para entregarla al poder y al capital extranjero, es también darle la espalda a una nación de hombres y mujeres que el día de hoy tienen las manos atadas a la espalda, muchos literalmente, y que no encuentran forma de sobrevivir sin exponer la vida, la mayoría de las veces emigrando, poniéndose al servicio o contra el crimen organizado. ¿Cuál es la gran motivación para esta traición? El mantenimiento del poder político para la subsistencia de su imperial estilo de vida.