¿Cuántos sicarios han sido detenidos con armas que en las manos adecuadas podrían derribar aviones, entre lanzacohetes y ametralladoras calibre 50? Ningún funcionario, incluído Calderon, utiliza la palabra accidente, quizás la última de las ideas que nos vinieron a la mente aunque sin duda la más probable, pero pese a que aún en las condiciones del país es mas cercana la caída de un avión prácticamente nuevo que el derribo de esa nave por manos criminales, la realidad es que nuestra obligación en este como en todos los casos es el análisis de la evidencia en contraposición con el cumulo de posibilidades.
Los testigos, los que de verdad importan, es decir los que aún no eran contaminados, dicen que el avión tuvo al menos una explosión antes de que impactase contra cualquier objeto en el suelo, y menciono solamente a los que prestaron este testimonio en el lugar de los hechos desde diferente perspectiva y sin ninguna relación entre ellos, y no contaminados porque es sabido que los recuerdos se reescriben en la memoria cada vez que se repasan, que es muy fácil que alguien que no apreció ninguna explosión diga después lo contrario tras escuchar el testimonio de otros testigos.
No podemos emitir juicios sin pruebas, lo que tenemos es lo que la televisión presentó, los testimonios e imágenes, la cruenta realidad de la nación mexicana se nos presentó inexorablemente como un pesado grillete del que no podemos escapar y aún así tememos enfrentar, fue un atentado, y no lo digo como una afirmación temeraria buscando atinar lanzando conjeturas a ciegas, en realidad pretendo obtener las pruebas que demuestren que me equivoco.
1 comentarios:
Por cierto, me resulto muy interesante su blog, ya forma parte de mis favoritos!!
Saludos,
Orlando.
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